Romería

Fiesta del Pa i el Peix o romería del Cuarto Domingo

Sant Joan
Fiesta evocativa del milagro de los panes y los peces de Jesús, documentada en la localidad de Sant Joan en 1621.
Subida a pie de un kilómetro de recorrido desde la iglesia parroquial de la villa (152m) hasta el santuario de la Consolació (168m), en el monte del mismo nombre. Para llegar hay que subir 108 escalones por el ancho camino empedrado de Son Juny. Este corto itinerario se realiza en compañía de los xeremiers (gaiteros) de Sant Joan.
En la ermita, se realiza una misa solemne en honor de Nuestra Señora de la Consolación, una ofrenda de flores y bailes populares. Se pueden comprar las casques o coquetes, un pastel en forma de estrella con cinco panes y dos peces grabados, una costumbre que se remonta a 1729.
Se trata de una pequeña ermita, documentada en 1249. Es por tanto una de las más antiguas de Mallorca. Se conservan de aquel tiempo un portal lateral de estilo románico y una aspillera. La bóveda de cañón data de finales del siglo XVIII. Las capillas laterales del interior del templo están dedicadas al Santocristo, santo Domingo in Soriano (advocación propia de la orden dominica), san Onofre, san Marcial y san Lorenzo. Fue restaurada en 1966, con una ampliación del camarín. La fachada de la ermita presenta portal de medio punto con dovelas, precedido por un atrio, y rosetón. Hay edificaciones adjuntas, un pórtico, una cisterna y relojes de sol. Según la leyenda, la imagen de la Virgen fue encontrada en fecha indeterminada por un esclavo moro dentro del tronco de un acebuche.
El lugar es muy acogedor. Alrededor de la ermita hay un pinar, un cementerio y un área recreativa para picnic con barbacoa, parque infantil y espacio para jugar al balón. También hay otros servicios como lavabos y aparcamiento.

Gozos a Nuestra Señora de la Consolación de Sant Joan.

«Venid hijos míos, yo os consolaré».

Frase que aparece en una baldosa exterior que presenta también la imagen de la Virgen de la Consolación.

 

Letra de Rafael Bordoy y Pomar (1936)

Sois dulce y encantadora

como el canto del ruiseñor

De Vos esperamos, Señora,

el amor, la paz y el consuelo.

 

Cuando la luna de Solanda

arriba del cielo se encendió,

puso blancores de randa

sobre el verde del trigal,

y una tonada canora

entonaba un flautín.

De Vos esperamos, Señora,

el amor, la paz y el consuelo.

 

El rebaño que pastaba

bajo la mirada del pastor,

las hojas verdes buscaba

de los almendros de la colina

y el agua fresca y sonora

que manaba de un fontañuelo.

De Vos esperamos, Señora,

el amor, la paz y el consuelo.

 

Iluminó la comarca

una claridad de plata

luminosa como la albada,

como una estrella resplandeciente,

y más deslumbrante

que el brillo del sol.

De Vos esperamos, Señora,

el amor, la paz y el consuelo. […]

 

Sois madre halagadora,

de ternura un arroyo.

De Vos esperamos, Señora,

el amor, la paz y el consuelo.